jueves, 28 de junio de 2007

Animación 3D

Tengo una teoría, desarrollada en base a fenómenos empíricos observados durante muchos años, que afirma lo siguiente: los que trabajan en animación 3D son unos cachondos mentales. Véase Píxar, por ejemplo. Las películas ya son geniales, pero es que los cortos son dignos de la adoración más absoluta. Como ejemplo, he aquí Knick Knack (1988), uno de sus primeros trabajos:



For the birds (2000):



Dreamworks, su principal competidora, es igualmente delirante (ahí está el genial Shrek):



Los estudios Blue Sky nos regalaron Ice Age y todos sus fantásticos personajes, en especial Scratch:



Y curioseando en Youtube he encontrado este corto de Pierre Coffin (me encanta, me identifico muchísimo con el pingüino):



Pierre Coffin es además el creador de Pat & Stanley (algo que acabo de descubrir; hacía tiempo que ya conocía a este par, son geniales... es una lástima que yo no sepa hablar francés):



Corolario: ¡yo de mayor quiero ser como esta gente!


sábado, 9 de junio de 2007

Haciendo autoestop por la galaxia

La gente como yo tiene una serie de obligaciones ineludibles. Una de ellas es, por ejemplo, leerse de cabo a rabo El Señor de los Anillos, junto con los apéndices, el Silmarillion, el Hobbit, los Cuentos Perdidos, todo ello a ser posible en inglés y en una edición bonita. Otra, ver una y otra vez, en español para escuchar a Constantino Romero decir "Yo soy tu padre", y en inglés para disfrutar del "I am your father" de James Earl Jones, la vieja trilogía de la Guerra de las Galaxias (la trilogía nueva debe verse con igual entusiasmo, aunque no es totalmente necesario aprenderse los diálogos -excepto la célebre frase de Yoda del Episodio 1 que explica cómo se llega al lado oscuro, no sea que algún día necesitemos las indicaciones-).


Pero hace poco me di cuenta (gracias a una de las amigas de CPI) de que había pasado por alto una de esas obligaciones ineludibles (¡imperdonable!). Tantos años que La Guía del Autoestopista Galáctico (una trilogía en cinco partes) ha estado ahí, a mi alcance, sin que yo le haya hecho ningún caso... Así que tuve que ponerle remedio inmediato.



De momento no he llegado muy lejos leyendo, porque estos días he estado bastante liada y cuando aterrizo en la cama (que es donde me gusta leer) estoy tan cansada que incluso leyendo esta pequeña maravilla se me cierran los ojos. Pero todo se andará. He aquí un extracto del prólogo:


Cómo salir del Planeta


1. Llame a la NASA. Su número de teléfono es (731)483-3111. Explíqueles que es de gran importancia que parta cuanto antes.

2. Si ellos no cooperan, telefonee a cualquier amigo que pueda tener en la Casa Blanca -(202)456-1414- para que hable de su parte con los tipos de la NASA.

3. Si no tiene ningún amigo en la Casa Blanca, llame al Kremlin (pídale a la operadora internacional que le ponga con el 0107-095-295-9051). Ellos tampoco tienen amigos en la Casa Blanca (al menos, ninguno del que hablar), pero sí que parece que tienen alguna influencia, así que no pierde nada intentándolo.

4. Si eso también falla, llame al Papa para que le aconseje. Su número de teléfono es el 011-39-6-6982, y creo que su centralita es infalible.

5. Si todos estos intentos fallan, haga señales para que se detenga a un platillo volante que pase cerca y explique que es de vital importancia que usted salga del planeta antes de que llegue su factura telefónica.


Douglas Adams
The Hitchhiker's Guide to the Galaxy


Y en cuanto termine el libro, pienso ver la película (es otra de esas obligaciones ineludibles, por supuesto).