miércoles, 12 de septiembre de 2007

Una noticia triste



Hace un par de posts hablé sobre un loro que me había fascinado. Hoy una amiga me ha escrito para decirme que Alex, el loro que demostró que comunicarse con otros animales es posible, murió el pasado día 7 a los 31 años de edad. Según la Fundación Alex se desconocen las causas de su muerte. La esperanza de vida de los loros grises como Alex es de unos 75 años, así que era relativamente joven.


Sé que mucha gente le echará de menos, especialmente la doctora Irene Pepperberg, para quien probablemente Alex significaba tanto como un hijo; muchísimo más que una mascota o un objeto de estudio. La ciencia y la humanidad en general tienen una deuda con ambos, y ojalá haya otros Alex en el futuro que nos sigan enseñando cosas sobre ellos y sobre nosotros mismos. Porque ser una persona no es feudo exclusivo de la humanidad, y porque ha quedado patente que un esfuerzo por comunicarnos con el resto de los seres vivos puede demostrar que hay más inteligencias, además de la nuestra, sobre la faz de la Tierra.