sábado, 31 de marzo de 2007

La física de los superhéroes

Si se es friki de la ciencia, la ciencia-ficción y la fantasía (como es mi caso) es prácticamente imposible pasar por alto algo como estos vídeos:




Se trata del profesor James Kakalios, que enseña física en la Universidad de Minnesota. Desgraciadamente están en inglés, pero realmente merece la pena hacer el esfuerzo de intentar entenderlos. Este profesor echa mano de toda su (extensa) cultura de los cómics para explicar conceptos de la física que de otra manera quizá resultarían aburridos o difíciles de entender. Y, como él mismo dice, "con más frecuencia de lo que creemos, los héroes y los villanos de los cómics se comportan de acuerdo con las leyes de la física" (lo que no quita que también les den buenas patadas de vez en cuando).


Me entusiasmé tanto con su forma de explicar cuando vi estos vídeos (hay alguno más en Youtube), que no pude resistir la tentación de comprar su libro, "La Física de los superhéroes". Cito parte de la sinopsis (porque en realidad todavía no me ha dado tiempo a leer más que unas pocas páginas):


¿Sabía que partiendo de la altura que era capaz de saltar Supermán en sus primeros tiempos se puede deducir la intensidad de la gravedad en su planeta de origen, Krypton? ¿Y que, a la vez que aprendemos nociones de física estelar y planetaria, es posible estimar la estructura de dicho mítico planeta, lo que de paso proporciona una explicación de la causa que provocó su cataclismo final?
Éste es el libro que necesita leer si aguna vez se ha preguntado cómo la Mujer Invisible de los Cuatro Fantásticos puede ver cuando se vuelve transparente, si Atom podría viajar sobre un electrón a través de la línea telefónica o si la teoría electromagnética puede explicar por qué el Profesor X es capaz de leer la mente.


La verdad es que el libro promete mucho. Y me viene a demostrar que no soy la única que piensa que la física es apasionante y que las historias de superhéroes molan mazo. Seremos pocos; seremos bichos raros... pero los frikis de la física hemos colonizado prácticamente todas las regiones del mundo (e incluso parte del universo).


Estad atentos y vigilantes, porque nunca se sabe cuándo puede haber uno al acecho, intentando desbaratar vuestra peli favorita o engancharos en una conversación acerca de Kitty Pride y los entresijos de la mecánica cuántica.

miércoles, 28 de marzo de 2007

Cone skating

Bueno, pues ya está. Mi amiga la gárgola y yo llevábamos tiempo dándole vueltas a la idea de comprar unos patines (ella le ha dado más vueltas que yo), y finalmente las dos lo hemos hecho para ir a hacer el ganso de vez en cuando. Ella, porque quiere aprender; y yo, porque soy de la vieja escuela de las ruedas en paralelo y hace muchos años que les tengo ganas a los patines en línea. Y porque quiero aprender a patinar bien, qué leche. Y de paso hago ejercicio, que buena falta me hace.


(Desde aquí extiendo una invitación a todos los amigüitos que quieran venir a patinar con nosotras.)


El caso es que se me ocurrió buscar vídeos en Youtube de gente patinando para ir tomando nota, y me encontré con esto:



¡Qué envidiaaaaa! Este chaval debe de haberle vendido su alma al diablo o algo así para patinar de esa manera. Eso, o ya nació con los patines puestos. (Y los pasmarotes que le están mirando deben de hacerlo al menos igual de bien o estarán muy acostumbrados a verlo, porque yo en su lugar estaría aplaudiendo toda emocionada.) (Y digo yo... ¿cómo es que las piernas no se le hacen un nudo?)


Gárgola mía, no nos queda nada... ¡Vamos a ser las reinas del guarrazo callejero! xD (Pero, eso sí, ¡¡lo vamos a pasar de p___ madre!!)

jueves, 22 de marzo de 2007

Dibujos animados

Una de las cosas que más me apasionan es el dibujo (siempre he dicho que a una isla desierta me llevaría, ante todo, papel y lápiz). Cuando era pequeña, mientras mi madre estudiaba, yo me sentaba en el suelo a pintar y me pasaba así horas y horas. Recuerdo también que, cuando estuvimos viviendo en Madrid (yo tendría cinco años o así), mi padre tenía un compañero de trabajo que dibujaba muy bien, y en las ocasiones en las que venía a casa o yo iba a la oficina, perseguía incansablemente al pobre hombre hasta que conseguía que me hiciera un dibujo (y yo luego intentaba copiarlo). Y nunca, nunca me cansaba de ver dibujos animados. Mi padre me decía que el gusto por esas cosas se me pasaría cuando creciera, pero la verdad es que ya he crecido y aún estoy esperando a que eso ocurra.



Soñé durante mucho tiempo con ser dibujante de la Disney, porque para mí los dibujos animados son algo asombroso y fascinante, casi mágico. La vida, el color, el movimiento y la elegancia de las películas de Disney me tenían enamorada. La máxima expresión de todo eso, el súmmum de la animación, bajo mi punto de vista, es la película La bella durmiente (1959). Ni siquiera las que vinieron después fueron capaces de superarla (como mucho, las hubo que se acercaron). Por supuesto, no estoy teniendo en cuenta la animación japonesa (la buena), que también me parece absolutamente asombrosa, porque ha sido un descubrimiento que he hecho hace relativamente poco tiempo. Mi ambición, mi sueño, era ser dibujante de la Disney.


Cuando tuve que elegir una carrera me lo planteé. Pero lo único medianamente parecido a la animación era Bellas Artes, y, debo confesarlo, me daba miedo hacer una carrera con la que probablemente acabaría en el paro. Quise asegurarme el futuro con una ingeniería, y lo de ser dibujante acabó (como tantas otras cosas) en el cajón de los sueños pendientes. Ahora, aunque no me arrepiento de haber tomado esa decisión, sigo teniendo esa espinita clavada, y no descarto matricularme en Bellas Artes en un futuro no muy lejano.


Sin embargo, la animación ha perdido gran parte de su encanto. La Disney ya no es lo que era. Dibujar las cosas a mano ya no sale rentable. Los ordenadores son muy cómodos, pero no sustituyen en ningún modo a la animación tradicional (la textura, el movimiento, el color... no tienen absolutamente nada que ver). Sin contar con que las historias son cada vez más absurdas. Una lástima. Píxar es la única que se salva un poco en ese sentido (supongo que por eso se la apropió la Disney), aunque por supuesto sólo trabaja con CGI.



Ya sólo queda Japón como autoridad en animación tradicional. Hayao Miyazaki y el Estudio Ghibli siguen asombrándonos con sus dibujos y sus historias (la última, Gedo Senki, o Tales from Earthsea, que aún no ha llegado a España). Muchas series de anime tienen también una animación realmente buena.


Así que habrá que ir aprendiendo a hablar japonés. Porque, quién sabe, quizá algún día se presente la oportunidad y a mí me dé el arrebato, me líe la manta a la cabeza y me marche a hacer fortuna a tierras niponas...


viernes, 9 de marzo de 2007

Un avión transparente


La verdad es que me resistía a hablar de aeronáutica en este blog (para eso ya está Juan de la Cuerva) (que es verdad que hace mucho que no dice nada, aunque ya tiene un par de cosillas en el tintero), pero lo cierto es que hoy he visto cómo una fantasía descabellada nunca dicha en serio se convertía en un proyecto de Proyecto (valga la redundancia) de Fin de Carrera. Y me parece apropiado contarlo en Dream Drifting, que al fin y al cabo existe para poder soñar despiertos.


Durante mi primer o segundo año de carrera (no lo recuerdo exactamente), una amiga arquitecta y yo fantaseábamos con diseñar un transgresor avión completamente transparente (porque las ventanillas siempre han sido una molestia en casi todos los aspectos... muchos Comet se estrellaron por tenerlas mal diseñadas).


Luego pensamos que un avión totalmente transparente probablemente supondría un problema para la gente que tuviera miedo a volar (la razón de hacerlo todo transparente era evitar discontinuidades en el fuselaje con distintos materiales y estructuras), de modo que lo más sencillo era hacerlo opaco en las zonas convenientes (pintándolo, por ejemplo). Y luego se nos ocurrió que quizá no había un material transparente capaz de sustituir al aluminio. En fin, la cosa quedó así, y yo no volví a pensar en ello hasta hace muy poco.


Sabiendo un poquito más de ingeniería (ocho años de estudiar tienen que notarse en algo), se me ocurrió otra forma de hacer un avión con grandes ventanales (no voy a exponer la idea con detalle, no sea que haya por ahí algún topo de Airbus o Boeing que me la robe). Una sola ventana, dando la vuelta a todo el avión. Un problema estructural cojonudo, pero mi forma de exponerlo le ha gustado a la profesora de Cálculo de Aviones (aunque, cito textualmente, al principio estaba "patidifusa" con una idea tan "exótica").


El A380 estuvo a punto de no tener ventanas. Querían sustituir el cielo por una pantalla gigante y una cámara que grabara el exterior del avión. A mí, que siempre procuro que me den un asiento en ventanilla, esa idea me horroriza. Pondré cortinillas o un control para ahumar los cristales a voluntad o algo parecido para los que no quieran ver el cielo. Pero yo quiero ver las nubes cuando estoy en las nubes, porque siempre estoy en las nubes y habitualmente tengo que imaginármelas. Quiero un avión abierto al espacio.


Sólo siento que si esto sale adelante voy a tener que dejar lo de la simulación por ordenador en el cajón de los sueños pendientes. Aunque siempre es bueno tener cosas guardadas en ese cajón (valen, como mínimo, para escribir entradas en un blog)...

martes, 6 de marzo de 2007

¡Los Xenakitos invaden Cangas del Narcea!



Ha sido un fin de semana perfecto. Incluyendo el agotamiento, el dolor de garganta, mi caída aparatosa (en la que por pura chiripa no me rompí nada), y sí, incluso mi vergonzoso gallo en "Cantos Asturianos" (que a fin de cuentas quedó muy "auténtico"). El coro estuvo impresionante, l@s solistas lo hicieron fabulosamente, la gente estaba entusiasmada (aunque no más que nosotros)... Lo he pasado como una enana.


Aunque tenemos todavía muchísimo que mejorar, nos hemos superado a nosotros mismos una vez más. Es increíble lo que nuestro director ha conseguido de nosotros, teniendo en cuenta que muy pocos sabemos música y que menos aún han ido a clases de canto. Me quito el sombrero; creo que es una de las personas a las que más admiro.


Y por una vez es una expedición bien documentada, tanto sonora como visualmente. Ya iba siendo hora de que tuviéramos algo decente para decir: "Mirad todos, éste es el coroXenakis". En cuanto esté todo decentemente editado lo colgaré en nuestra web.


Y eso que parecía que sólo iba a ser un entretenimiento como otro cualquiera. Pero cada vez se hace más grande y más serio, y cuando te lo planteas, la verdad es que da un poco de vértigo. Una especie de cosquilleo en el estómago. Como cuando se está enamorada, sólo que en este caso la emoción y la ilusión están ligadas a un proyecto en común con otras veinticinco personas. Y ver que las cosas salen adelante gracias al esfuerzo de todos es de lo más gratificante que he experimentado. Ojalá sigamos así por mucho tiempo, superándonos y disfrutando con lo que hacemos.